Kelvin Kiptum, plusmarquista mundial de maratón, ha muerto este domingo en un accidente de tráfico en Kenia, según ha adelantado The Standard, el principal periódico del país y confirmado el Ministerio de Deportes del país africano. Junto a él viajaba su entrenador, Gervais Hakizimana, que también ha perdido la vida en el suceso. Kiptum (Keiyo, Kenia, 24 años) viajaba en un vehículo en el valle del Rift, la que une Eldoret y Kaptagat, alrededor de las 23.00 (hora local en Kenia), según el comandante de policía de Elgeyo Marakwet, Peter Mulinge, que también informó que el coche, un Toyota Premio, lo conducía el atleta.

El fallecimiento de Kiptum se produce apenas cinco días después de que World Athletics ratificara el récord del mundo de maratón logrado por el atleta el pasado 8 de octubre en Chicago, cuando con 2h 00m 35s pulverizó la anterior plusmarca en poder hasta entonces de su compatriota Eliud Kipchoge. En este año olímpico 2024, Kiptum estaba llamado a ser uno de los principales atractivos de los Juegos de París, así como un referente en maratón en los años venideros.

En su corta trayectoria deportiva, Kiptum, de 24 años, solo corrió tres maratones. Debutó en Valencia, en diciembre de 2022, con el crono más rápido de la historia para un debutante en la carrera (2h 01m 53s) y después, ya en 2023, ganó primero en Londres con 2h 01m 25s y después el citado récord establecido en Chicago donde se quedó a tan solo 35 segundos de lo que hasta hace poco parecía una quimera del atletismo, bajar de las dos horas en la prueba de los 42 kilómetros.

Y es que hace nada, ni cinco años, hablar de un maratón en dos horas era hablar de una fantasía, una utopía casi; una frontera del rendimiento lejos del alcance del ser humano a la que solo podrían acercarse atletas fenomenales en alas de la tecnología y de una preparación extraordinaria con científicos de todas las ramas del saber cuidando de todos los detalles. Quizás se exageraba. Quizás todo vaya muy deprisa. Acelerado. Tan acelerado y alegre como el jovencito Kiptum y sus zapatillas blancas. Por debajo de las dos horas, solo Kipchoge, al frente de una armada de liebres y ayudas aerodinámicas no autorizadas, ha logrado hasta ahora bajar de las dos horas (1h 59m 40s). Lo hizo en 2019 en Viena, pero la marca no fue homologada precisamente por la gran cantidad de ayudas recibidas.

Pero Kiptum, ya sin esas ventajas, buscaba rebajar esa línea invisible de las dos horas y, vista su meteórica progresión, quién sabe si no lo hubiera conseguido en París este verano. Porque la pregunta ya no es si alguna persona podría correr el maratón en menos de dos horas, sino cuándo se conseguiría, y Kiptum era el mejor colocado para conseguirlo. “Tenía el cronómetro delante de mí y me dije, ‘venga, inténtalo, quizás hasta puedas bajar de dos horas’, pero desafortunadamente no pude”, dijo, pura imagen de la felicidad, Kiptum, tras lograr su récord en Chicago. La víspera había dicho que no había podido entrenar muy bien por una lesión en la ingle y porque la estación de las lluvias en Kenia había sido muy intensa y sus caminos de entrenamiento estaban muy embarrados. “Estoy muy contento. No pensaba batir el récord aquí, en Chicago, pero sabía que algún día lo conseguiría”. Su avance imparable quedó detenido ayer en una carretera de Kenia.

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