El acceso y la cobertura universal de salud significa que todas las personas y comunidades puedan recibir, sin discriminación alguna, servicios de salud integrales, oportunos y de calidad, determinados a nivel nacional de acuerdo a sus necesidades. Esto incluye el acceso a medicamentos seguros, eficaces y asequibles, garantizando que el acceso a estos servicios no cree dificultades financieras, especialmente para los grupos más vulnerables.
Definir e implementar políticas y acciones a través de un enfoque multisectorial que aborde los determinantes sociales de la salud y fomente un compromiso de toda la sociedad para mejorar la salud y el bienestar es fundamental para lograr el acceso y la cobertura universales de salud. Estos conceptos son la base de un sistema de salud equitativo donde la cobertura universal se base en el acceso efectivo y oportuno a los servicios. Sin este acceso, el objetivo de la cobertura universal se vuelve inalcanzable. Ambos son necesarios para garantizar la salud y el bienestar de la población.
Datos básicos:
- En promedio, el 29,3% de las personas en las Américas informaron que no buscaban atención médica cuando la necesitaban debido a diversas barreras de acceso.
- Del grupo que no buscó atención, el 17,2% citó barreras organizativas como largos tiempos de espera, horarios inconvenientes y requisitos administrativos complejos.
- Las barreras financieras fueron mencionadas por el 15,1%, la falta de recursos (por ejemplo, personal sanitario y medicamentos) por el 8,4% y las barreras geográficas por el 5,4%.
- El 8,0% de las personas no buscó ayuda debido a barreras de aceptación como la barrera del idioma, falta de confianza en el personal de atención médica, comportamiento inadecuado o preferencia por la medicina tradicional.
- Las personas en el quintil de riqueza más pobre tenían más probabilidades de enfrentar barreras de asequibilidad, financieras, geográficas y de acceso a los recursos.
Aunque se han logrado avances, la región sigue siendo una de las más desiguales del mundo. Reducir las desigualdades en salud se ve complicado por nuevos patrones epidemiológicos y demográficos que requieren respuestas innovadoras de los sistemas de salud. Persisten problemas de exclusión y falta de acceso a servicios de calidad, especialmente entre los grupos más vulnerables.
Reconociendo que hay muchas maneras de lograr el acceso y la cobertura universales de salud, y que cada país debe desarrollar su propio plan de acción, teniendo en cuenta su propio contexto social, económico, político, jurídico, histórico y cultural, así como su propio contexto sanitario. prioridades y desafíos actuales y futuros. , se proponen las siguientes direcciones estratégicas para los Estados miembros:
- Ampliar el acceso equitativo a servicios de salud integrales, de calidad, centrados en las personas y la comunidad.
- Fortalecer la administración y la gestión.
- Aumentar y mejorar la financiación de manera coherente y eficaz y actuar para eliminar los pagos directos que impiden el acceso.
- Fortalecer la coordinación multisectorial para abordar los determinantes sociales de la salud y garantizar la sostenibilidad de la cobertura universal.