Golpe de teatro meteorológico en el GP de Australia de MotoGP. La mala previsión que pronostica fuertes vientos y lluvias este domingo en Phillip Island ha provocado el adelanto de la carrera larga del domingo al sábado. Dorna, empresa española promotora del certamen, ha anunciado esta mañana (tarde en el país transoceánico) que intercambia las pruebas del sábado y el domingo para salvar el plato principal del fin de semana. Una vez aplicados los cambios, la carrera programada a 27 vueltas se disputará este sábado a las 06:10 horas de la madrugada en España (15:10 horas locales) y la carrera al sprint se intentará llevar a cabo a las 05:00 horas españolas (14:00 horas locales) si el tiempo lo permite.

“Las condiciones aquí son muy cambiantes, y hemos esperado hasta el último momento. La previsión para el domingo es muy similar a la de hace cuatro años”, explicaba Carlos Ezpeleta, director deportivo del campeonato. En el mismo escenario, en 2019, la sesión de clasificación tuvo que cancelarse debido a la peligrosidad de las ráfagas de viento. Una de 72 km/h echó a Miguel Oliveira de la trazada a más de 300 km/h y le mandó al suelo de forma violenta tras pisar el césped. La caída desembocó en bandera roja y dirección de carrera, tras consultar con los pilotos, decidió suspender la sesión.

“Hemos hablado con los equipos, y la decisión ha sido unánime. La idea es asegurar la carrera más importante del fin de semana”, argumentaba Ezpeleta. “Intentaremos completar el programa entero del fin de semana el domingo, pero si hay que parar por seguridad, vamos a parar”, añadía. La probable cancelación de la jornada dominical eliminaría el reparto de los puntos de la sprint (12 para el ganador) y también significaría la anulación del gran premio para las categorías de Moto2 y Moto3. Se prevén rachas de viento huracanado de hasta 80 km/h y lluvia, motivos que han animado a Dorna y los miembros de la parrilla a adelantarse a los acontecimientos.

“El cambio de programa creo que es un acierto, porque de esta forma te evitas el problema que pueda haber el domingo. Al final, el formato tampoco cambia mucho”, comentó Marc Márquez, perdido al fondo de la clasificación tras sufrir dos caídas este viernes. “Me parece un cambio inteligente. Aquí venimos a correr”, remataba Aleix Espargaró.

Con sus espectaculares paisajes abiertos al mar, el circuito de Phillip Island, situado al sur de Melbourne, es uno de los más bonitos e imprevisibles del certamen. Debido a su situación única, al borde del estrecho de Bass, el brazo de agua que separa Australia de Tasmania, el trazado es muy sensible a las inclemencias climáticas. Los vientos racheados, muy habituales en la isla, suponen un notable peligro para los pilotos en su versión más extrema.

Quejas de los pilotos

Los competidores llevan años quejándose de las fechas del Gran Premio, ya que en la primavera austral las lluvias y el frío son de lo más habitual. Un acuerdo reciente entre la Australian Grand Prix Corporation, organizadora de los eventos de MotoGP y Fórmula 1 en el país, y Liberty Media, titular de los derechos de explotación del Mundial de F1, imposibilita un traslado a otra época del año al menos hasta 2035. El GP de F1, que se disputa en el circuito en Albert Park en Melbourne, seguirá programándose para los meses de marzo y abril, mientras que la cita de las dos ruedas se mantendrá entre los meses de septiembre y octubre.

La jornada del viernes se disputó con total normalidad y estuvo encabezada por las KTM de Brad Binder y Jack Miller, ídolo local. La noticia fue una vez más el líder del Mundial Pecco Bagnaia, que no pasó la criba y deberá superar la primera cronometrada del sábado si quiere luchar por la pole y evitar salir retrasado como ya ocurrió la semana pasada en el GP de Indonesia.

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