Por primera vez en más de cuatro meses de guerra en Gaza, el ejército israelí ha liberado este lunes a dos rehenes en una operación de rescate: Fernando Simón Marman, de 60 años, y Norberto Luis Har, de 70, ambos civiles y con doble nacionalidad argentina-israelí. La maniobra, diseñada hace tiempo a la espera del momento oportuno para lanzarla, ha ido acompañada de intensos bombardeos aéreos y de artillería como maniobra de distracción que han causado al menos 67 muertos en unas pocas horas, según las autoridades sanitarias de la Franja. Hamás lo califica de “masacre contra civiles desarmados”. El portavoz del Ejército, Daniel Hagari, reconoce el empleo de una “intensa potencia de fuego” necesaria para llevar a cabo una “compleja operación de rescate bajo fuego en el corazón de la ciudad de Rafah”, próxima diana de Israel y de la que pretende desplazar más de un millón de palestinos.

Es un éxito inusual en un momento de dudas internas sobre la estrategia bélica. Las fuerzas especiales ―protagonistas en el pasado de liberaciones que han acabado adquiriendo carácter mitológico― solo habían logrado en 129 días de guerra traer de vuelta a una soldado. El ejército ha admitido además intentos de rescate que acabaron en fracaso y con bajas, y haber matado por error a al menos cuatro secuestrados, tres de ellos pese a las banderas blancas y los mensajes en hebreo escritos con restos de comida.

La operación da además un respiro a Netanyahu justo cuando más se cuestiona su enfoque del asunto de los rehenes. Las familias lo acusan de sacrificarlos por lograr una “foto de la victoria”. Una investigación interna del ejército israelí llegó a la conclusión la semana pasada de que uno de los rehenes muy probablemente murió en un bombardeo aéreo. El canje por presos palestinos que se negocia desde hace semanas no acaba de fructificar y el primer ministro insiste casi a diario en la importancia de la fuerza, también para recuperar a los secuestrados. Lo ha vuelto hacer este lunes, en un comunicado: “Fernando y Luis, bienvenidos a casa. Saludo a nuestros valientes luchadores por la atrevida acción que llevó a su liberación. Solo la continua presión militar, hasta la victoria total, puede traer la liberación de todos nuestros rehenes”. Tras el rescate de este lunes, son 134, al menos 31 de ellos sin vida.

Los dos liberados se encuentran en buen estado de salud, ha confirmado el hospital tras hacerles una primera revisión. Son cuñados y fueron capturados en el ataque del 7 de octubre en un kibutz cercano a Gaza, junto con tres familiares: Clara Marman, esposa de Har; su hermana Gabriela Leimberg y la hija adolescente de la segunda, Mia Leimberg. Las tres, también con nacionalidad argentina, pudieron regresar a sus hogares a finales de noviembre, gracias al intercambio entre Israel y Hamás de 105 rehenes por 240 presos palestinos durante una semana de alto el fuego.

La oficina de la Presidencia argentina ha manifestado su agradecimiento por la operación. Javier Milei justo acaba de terminar una visita a Israel, en la que mostró un apoyo cerrado al país, reafirmó su promesa de trasladar la Embajada a Jerusalén y calificó a Hamás de “nazismo moderno”. La oficina recuerda en el comunicado que Milei pidió tanto a Netanyahu como al presidente, Isaac Herzog, la liberación de todos los rehenes argentinos, en torno a 10.

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