La editorial Anagrama ha optado por detener de manera indefinida la distribución del libro «El odio», cuyo autor es Luisgé Martín. Este trabajo literario narra el crimen perpetrado en 2011 por José Bretón, quien acabó con la vida de sus dos hijos, un caso que conmocionó a la comunidad respecto a la violencia vicaria. En un comunicado reciente, la editorial señala su compromiso de acatar las medidas cautelares impulsadas por la Fiscalía para frenar la difusión de la obra. Anagrama subraya la importancia de equilibrar la libertad creativa con la salvaguarda de las víctimas, particularmente en libros basados en hechos reales, que requieren de una mayor responsabilidad y consideración.
La editora también especifica que Luisgé Martín es el exclusivo autor del libro y niega haber realizado algún pago, ya sea anterior o futuro, a José Bretón. Asimismo, expresa su respeto total hacia Ruth Ortiz, madre de los menores fallecidos, y lamenta cualquier sufrimiento que las noticias sobre la publicación y distribución del libro puedan haberle provocado.
«El odio» está actualmente en el centro de un conflicto legal. La semana pasada, Ruth Ortiz pidió detener su publicación, argumentando una invasión ilegítima a los derechos al honor, intimidad y propia imagen de sus hijos fallecidos. La Fiscalía de Menores también solicitó detener temporalmente la publicación tras el reclamo formulado por Ortiz. El juzgado de primera instancia número 39 de Barcelona desestimó inicialmente la solicitud de paralización cautelar del libro; no obstante, la Fiscalía de Menores de Barcelona apeló ante la Audiencia Provincial de Barcelona.
«El odio» se encuentra en medio de una disputa judicial. La semana pasada, Ruth Ortiz solicitó la paralización de su publicación, alegando una intromisión ilegítima en el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de sus hijos fallecidos. La Fiscalía de Menores también pidió suspender temporalmente la publicación tras la denuncia presentada por Ortiz. El juzgado de primera instancia número 39 de Barcelona rechazó inicialmente la paralización cautelar del libro; sin embargo, la Fiscalía de Menores de Barcelona recurrió esta decisión ante la Audiencia Provincial de Barcelona.
La publicación de «El odio» estaba programada para el 26 de marzo, pero los ejemplares no llegaron a las librerías como se esperaba. En varios establecimientos del centro de Madrid, el libro no estaba disponible, y en las páginas web de algunas librerías aparecía como «no disponible» o «agotado». Esta situación generó diversas reacciones entre los libreros y clientes, reflejando la sensibilidad y controversia que rodea al caso.
La polémica en torno a «El odio» ha reavivado el debate sobre los límites de la libertad de expresión y el derecho a la intimidad de las víctimas en obras basadas en hechos reales. Mientras algunos defienden el derecho a la creación literaria y la exploración de temas complejos, otros consideran que dar voz a los perpetradores de crímenes atroces puede perpetuar el dolor de las víctimas y sus familias.