Honduras, el segundo país más grande de Centroamérica, está lleno de contrastes y maravillas naturales. El paisaje diverso que incluye playas de ensueño, selvas exuberantes, ruinas arqueológicas, fuertes coloniales y una rica cultura étnica lo convierten en un paraíso para los viajeros. Aunque sitios icónicos como las ruinas mayas de Copán, Cayos Cochinos y las Islas de la Bahía suelen ser los más visitados, el país ofrece experiencias únicas que van más allá de los sitios tradicionales, especialmente para los amantes del ecoturismo.
Explorando la Laguna del Cacao
Nuestro recorrido por Honduras comienza en la costa norte, en el Parque Nacional Nombre de Dios. Aquí se encuentra la Laguna de Cacao, una laguna de aproximadamente un kilómetro cuadrado rodeada por un ecosistema de manglares rico en biodiversidad. Este rincón de naturaleza, donde el bosque se encuentra con la playa, ofrece una experiencia inolvidable a pie, en canoa o kayak.
Los manglares lagunares, que contienen especies como el manglar rojo, negro, blanco y espino amarillo, juegan un papel crucial en el ecosistema tropical. Actúan como absorbentes de carbono, protegen la costa de huracanes y tormentas y brindan refugio a peces y aves. Además, sus cursos de agua, teñidos de material vegetal, son ideales para explorar en barco, finalizando con una corta caminata hasta la playa desde donde se pueden observar los icónicos Cayos Cochinos.
Por unos 15 euros, los visitantes pueden reservar visitas guiadas que combinan excursiones acuáticas con paseos para conocer la flora y la fauna local. Estas actividades no sólo brindan una experiencia enriquecedora, sino que también apoyan el ecoturismo sostenible en la región.
Aguas termales en Sambo Creek
A pocos kilómetros de la Laguna de Cacao, cerca de La Ceiba, se encuentran las aguas termales de Sambo Creek, un sitio menos conocido pero igualmente fascinante. Este lugar cuenta con 12 piscinas naturales de aguas termales de diferentes temperaturas, perfectas para relajarse mientras disfruta de la naturaleza.
Además de las aguas termales, Sambo Bay ofrece rutas de senderismo y recorridos de canopy, perfectos para los buscadores de aventuras. Aunque llegar hasta allí puede resultar complicado por la falta de señalización y el mal estado de la carretera, la experiencia merece la pena.
Aventura en el Río Cangrejal
El Río Cangrejal, ubicado en el Parque Nacional Pico Bonito, es uno de los lugares más interesantes para los amantes del agua. Rodeado de densos bosques y rocas, este río es ideal para practicar piragüismo y rafting, especialmente durante la estación seca cuando las corrientes son más tranquilas.
Aquellos a los que les guste explorar a pie pueden cruzar el puente colgante de 70 metros sobre el río, que ofrece vistas espectaculares de los alrededores. Desde allí se puede acceder a senderos que conducen a lugares como el Salto El Bejuco, un espectacular salto de más de 60 metros. La caminata hacia las cataratas, un viaje de ida y vuelta de aproximadamente tres horas, es una oportunidad de adentrarse en una selva tropical que alberga jaguares, aves exóticas y más de 30 especies de fauna acuática.
A lo largo del río, varios albergues ecológicos como Las Cascadas Lodge y Villas Pico Bonito ofrecen una experiencia integrada con la naturaleza. Con alojamiento, gastronomía y actividades como barranquismo, avistamiento de aves y rutas de senderismo, el río Cangrejal es una visita obligada para los amantes de la naturaleza.
La Ceiba: capital ecoturística de Honduras
Conocida como la capital ecoturística del país, La Ceiba es una ciudad vibrante que combina el encanto de sus paisajes naturales con una rica oferta cultural. Aquí los visitantes pueden disfrutar de los famosos atardeceres desde el antiguo muelle, explorar Central Park o disfrutar de la gastronomía local, especialmente las baleadas, un plato típico hecho de tortillas de trigo con frijoles, queso y mantequilla.
Además, cerca de La Ceiba, podrás realizar un recorrido y conocer sobre el cultivo y producción de la piña, principal producto de la economía hondureña. La planta empacadora Monte Cristo, operada por Dole, ofrece visitas guiadas que muestran todo el proceso desde el campo hasta la mesa.
Jardín Botánico Tela y Lancetilla
Continuando hacia la ciudad de Tela, el viajero podrá descubrir el Jardín Botánico Lancetilla, uno de los más grandes e importantes del mundo. En este 1926 el espacio establecido abarca más de 1.600 hectáreas con más de 2.800 especies de plantas.
El jardín es un verdadero museo viviente de la diversidad vegetal, con colecciones de árboles leñosos, frutales, medicinales y ornamentales. Uno de sus principales atractivos es el túnel de bambú, que forma una magnífica bóveda natural de más de 30 metros de altura. Lancetilla también ofrece rutas de senderismo, invernaderos y una zona de selva virgen, lo que la convierte en un destino ideal para los amantes de la flora y la fauna.
Tela Marine: Acuario para la Conservación
en 2022 Inaugurado el Acuario Marino de Tela es el más grande de Centroamérica y está dedicado a la conservación y difusión de la riqueza marina hondureña. Este espacio se centra en el arrecife de coral del país, que forma parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano, el segundo más grande del mundo después de la Gran Barrera de Coral de Australia.
El acuario se destaca no sólo por su labor educativa, sino también por su investigación científica y esfuerzos de conservación, convirtiéndose en un símbolo del compromiso de Honduras con la biodiversidad marina.
Modelo de turismo sostenible
Honduras es un claro ejemplo de cómo se puede combinar el turismo con la conservación del medio ambiente para crear una experiencia significativa. Las iniciativas de ecoturismo que respetan y protegen sus espacios naturales convierten al país en uno de los principales destinos centroamericanos para los viajeros que buscan aventuras sostenibles.
Desde los manglares de la Laguna de Cacao hasta las aguas bravas del río Cangrejal, las aguas termales de Sambo Creek y el Jardín Botánico Lancetilla, Honduras ofrece un sinfín de oportunidades para conectarse con la naturaleza. Cada rincón del país invita a descubrir su belleza, impulsando un modelo turístico que beneficie tanto a los visitantes como a las comunidades locales.
Honduras no es sólo un lugar para explorar, sino también un lugar para aprender y reflexionar sobre la importancia de preservar nuestro planeta. Sus riquezas naturales y culturales lo convierten en un lugar único digno de conocer y apreciar.
